Arturo Barrios, vicepresidente del PS: “Tohá, Orrego y Tomás Vodanovic son opciones fuertes, pero la columna vertebral debe ser la unidad”
El dirigente socialista descarta que la ausencia de Bachelet en la carrera presidencial disminuya las opciones del oficialismo. Asimismo, adelanta que después de las elecciones internas del 16 de marzo, el PS deberá reflexionar sobre su estrategia presidencial.

“Obviamente cambia el cuadro político”, dice el vicepresidente del Partido Socialista, Arturo Barrios, sobre la decisión de la ex presidenta y militante socialista Michele Bachelet de no competir en la elección presidencial de este año.
Su posible candidatura había entusiasmado al socialismo y a otros sectores del oficialismo. De hecho, la directiva tenía agendada una reunión con la ex mandataria el 16 de enero, un día después de la elección interna. Sin embargo, ante el paso al frente de Carolina Tohá y la incertidumbre del sector, Bachelet decidió apartarse de la discusión presidencial de forma anticipada.
De todas formas, Barrios se muestra optimista respecto a las posibilidades del oficialismo en la presidencial de noviembre. Carolina Tohá, Claudio Orrego y Tomás Vodanovic son opciones fuertes, dice el vicepresidente socialista. Y, por otra parte, apunta a la “errática” campaña de Matthei: ”Tiene debilidades en vocería cada vez que uno la observa, tiene debilidades en propuestas, no sabe transmitir si es de una derecha moderada a una más radical, no encuentra el tono”, sostiene la tercera autoridad del PS en entrevista con EL DÍNAMO.
Sobre la elección del candidato presidencial, Barrios sostiene que el escenario está “totalmente abierto” a pesar de que el PS ya había fijado tener un candidato propio. En ese sentido, asegura que la elección de la directiva y consejo político del PS -instancia en que aspira a elevarse como secretario general del partido- será crucial para determinar el nombre del candidato o candidata presidencial.
—¿La determinación de Michelle Bachelet de no ser candidata cambia el panorama que tenía el PS para la elección del candidato presidencial?
—Lo que nosotros habíamos definido es que en marzo íbamos a conversar con la ex presidenta. Sin duda, su liderazgo es muy significativo e importante en el sentido de la unidad que podía general. Algo similar a lo que ocurría con el liderazgo del ex presidente (Sebastián) Piñera, lamentable fallecimiento. Entonces, obviamente cambia el cuadro político su decisión de no competir. Al no estar ella de candidata, después de su elección interna el 16 de marzo, el PS efectivamente va a tener que reflexionar sobre los pasos a seguir para la designación de un candidato o candidata.
—¿Esperaban en el partido una decisión diferente por parte de Bachelet?
—Creo que se habían formulado expectativas por parte de nuestros militantes. Yo siempre lo vi como algo complejo, porque una tercera postulación debe ser muy agobiante. Debo reconocer que esto es lo que más uno había prefigurado, sin por eso quitar mérito a su gran liderazgo y fortaleza. Es una líder del partido y una líder de Chile. Sin decir nada, miren el sitial en que estaba. Es una persona con mucha fortaleza.
—¿Está la posibilidad de que cambie la determinación de levantar un candidato propio?
—Todas las opciones abiertas. El partido tiene también su justo derecho de tener candidato o candidata de sus filas o de otras filas.
—Entonces están abiertos a apoyar a Tohá
—Como lo he dicho, las opciones están abiertas. He visto una crítica ácida hacia Tohá, tratando de denostarla, cuando ha sido, bajo mi punto de vista, una gran ministra del Interior. No tengo ningún bemol con respecto a ella.
—Sin Bachelet, ¿disminuyen las posibilidades de la izquierda de ganar la presidencial?
—No. Ella es una gran lideresa, pero la elección presidencial está absolutamente abierta. Matthei no logra dar el ancho para ocupar el espacio de su sector, la derecha. Tiene competencia y se ve una derecha dividida. De repente, peca de soberbia y dice: “¿Para qué va a ir Michelle Bachelet si va a perder?”. Yo creo que en la puerta del horno se quema el pan. La vez anterior eran Lavín y Jadue, y terminó siendo Gabriel Boric el presidente de Chile.
Por eso creo que en estas cosas hay que mantener la calma, la tranquilidad y pensar bien. Lo prioritario para el Partido Socialista debe ser construir la unidad del centro hasta la izquierda para sostener una candidatura única a la presidencia. La clave está en la unidad. Así siempre lo hemos prefigurado como partido, desde la elección municipal y de gobernadores. Algunas veces no lo hemos logrado y hemos sufrido costos por eso, perdiendo gobernaciones y alcaldías por falta de unidad. La división nos trae derrota, esa es mi perspectiva.
—¿Tohá es la carta fuerte del oficialismo?
—Ella, Claudio Orrego y Tomás Vodanovic son opciones fuertes. Hay un abanico de liderazgos en el oficialismo que tienen que ser dialogados. Pero la columna vertebral para nosotros debe ser la unidad.
—¿Por qué menciona a Orrego? ¿Consideran proponerlo como carta del PS?
Siempre ha estado esa opción sobre la mesa. Pero lo relevante es que hoy al frente no hay un liderazgo sólido. Creo que nosotros tenemos un abanico de posibilidades muy ciertas para llegar a la primera magistratura. Pero eso lo determinará el nuevo colectivo que emane el 16 de marzo.
—Menciona debilidades de Matthei, pero Tohá -carta mejor proyectada del oficialismo- tuvo una cuestionable gestión en seguridad. ¿No cree que esa es una debilidad grande en términos de campaña?
—Hubiera sido lo mismo con Bachelet. Esta derecha tiene una debilidad enorme: no entender que la mejor oposición es la colaboración. La derecha anterior, la que llegó a gobernar Chile en dos oportunidades, no tenía esta ansiedad histérica por acusaciones constitucionales, este arrebato de siempre tratar de ahogar al Gobierno. Por el contrario, construía puentes. Dentro de la derecha hay gente que dice esta derecha es cobarde. Pero esa radicalidad que han sostenido durante este último proceso los lleva a su punto de debilidad extrema.
Cualquiera va a ser objetivo de críticas. Imagina lo que se le enrostraba a Orrego cuando fue candidato a gobernador, a Vodanovic, a Tohá ahora. A Bachelet ya le estaban preparando acusaciones por la reforma educacional, el terremoto, etc. Y con esa suerte de nerviosismo e intranquilidad permanente, la derecha no logra encontrar el tono para llegar a la ciudadanía.
“No entiendo la propuesta de las dos primarias”
—Más allá de las debilidades de la oposición, ¿qué condiciones, mirando el oficialismo, lo hacen pensar que tienen posibilidades de mantener el Gobierno?
—El 30% de Boric, si bien no es el 50% que uno desearía, es sólido y te hace llegar a segunda vuelta. Entonces, la elección no está cerrada, no es que vaya a ganar la derecha. Está completamente abierta si uno sabe lograr marcos de unidad y planteamientos políticos que sean un acto de futuro. La elección no se gana mirando el pasado, se gana mirando el futuro.
—¿Se confirma la primaria en el oficialismo?
—Puede ser un buen mecanismo si hay más de un liderazgo que quiera asumir el desafío de ser candidato o candidata a la presidencia. También puede que haya un acuerdo si se ve la importancia política que ha de tener y todos se cuadran, logrando la unidad bajo un liderazgo.
—El diputado Jaime Mulet (FRVS) ha propuesto dos primarias. Una de la izquierda y otra de la centroizquierda más la DC. ¿Le parece una opción viable?
—No entiendo mucho esa propuesta. Nosotros tenemos que abogar por la unidad. Se está trabajando la lista única parlamentaria. Entonces no entiendo mucho la propuesta de dos primarias, no me cuaja. Uno tiene que hacer un esfuerzo por lograr conglomerados amplios que vayan a enfrentar con una gran mayoría social y política a la derecha. Cuando uno actúa en conglomerado o en coalición no todos tenemos que ser iguales. La diversidad es parte de la esencia de una coalición, porque si no, todos seríamos del mismo partido.
La elección al interior del PS
—Se acerca la elección interna del PS. ¿Cuánto influye cómo quedará conformada la directiva y la comisión política en cuanto a las definiciones electorales de este año?
—En primer lugar, sobre la elección, diría que tenemos bastante acuerdo. En el PS tenemos un mecanismo de elección indirecta. Nadie se postula a cargos predeterminados, sino que es el comité central el que, por acuerdo, designa los cargos de la directiva. Paulina Vodanovic, sin duda, tiene un liderazgo. Al igual que otros miembros del partido. En cuanto a lo que viene luego de la elección, será la directiva y comisión política los órganos que configuren los pasos a seguir.
—¿Su aspiración es seguir como vicepresidente?
—Siempre uno va a querer que le vaya mejor. No es una aspiración personal, uno participa de una corriente, de un subpacto, y la aspiración es que este subpacto tenga más presencia en la dirección nacional del partido.
—¿La Secretaría General?
—Puede ser aquello. Lo que digo es que uno tiene que ser cauto. Porque uno no aspira a un cargo, uno aspira a un colectivo, y de ese colectivo emana el cargo.
—Pero su colectivo espera estar en la Secretaría General, hoy ocupada por Camilo Escalona
—El colectivo espera un mejor posicionamiento. Ahora, eso va a ser parte de la negociación. Lo que esperamos hoy día es tener una gran mayoría en la lista y una gran mayoría en el subpacto.
—¿Cómo evalúa la dupla actual de Vodanovic con Escalona?
—Yo soy parte de esta dirección, entonces más que dupla me siento parte de un trío, porque hemos hecho aquí la política en conjunto. ¿Hemos tenido disputas y diferencias? Qué duda cabe, pero siempre hemos logrado un marco de unidad.
—¿Lo dice por las diferencias entre las corrientes de Paulina Vodanovic y la de Camilo Escalona?
Yo no he visto tales diferencias en el ejercicio de la política al interior del partido. No es que sea un paraíso. Lo que sí es que han habido tensiones, pero siempre hemos puesto por sobre nuestras tensiones la necesidad del partido de construir unidad, porque si estamos llamando a la unidad, hay que construir unidad entre nosotros. Y las disputas internas son disputas internas, legítimas, en un marco democrático, con respeto.
—¿Le gustaría ocupar el cargo de Escalona?
Yo no me defino candidato a ningún cargo, soy candidato al Comité Central y obtener una gran mayoría para el subpacto que encabezo, que es Grandes Alamedas, y una gran mayoría personal también. Para eso estamos trabajando, con humildad.
—Hace unas semanas hubo una carta bastante dura de unos militantes que parte de la disidencia, donde acusaban que el partido había extraviado el rumbo. ¿Cómo ve que la directiva genere ese nivel de rechazo en cierta parte de la militancia?
Nosotros siempre hemos tenido incluida a las minorías en la conducción, ya sea en la representación de ellos en la mesa actual o en la comisión política. Por lo tanto, yo no siento que uno haya sido “censurador”. Por el contrario, ha sido siempre una actitud de mucha mancomunión. Existen disputas legítimas que se van a zanjar el 16 de marzo, y se construirá mayoría y minoría. El pueblo socialista hoy día tiene la palabra, como decimos nosotros, y bajo esos parámetros se constituirá la próxima dirección política.
Yo, al menos por mi parte, creo que he hecho la pega, he hecho el trabajo. Hemos hecho un trabajo que ha sido consistente en el tiempo y que ha ayudado a que al partido le vaya bien. Es menester de los militantes darme el voto o no, yo lo pido con humildad y me siento además con muchas ganas de seguir trabajando.
Si la militancia decidiera otra cosa, también lo acepto con mucha humildad. Uno siempre puede trabajar de diferentes lados. Yo no siempre he sido vicepresidente del partido, no siempre he sido miembro de la comisión política y he trabajado igual por mi partido, siempre.