Ejecutados de rodillas y con sus propias armas: así fue el crimen de los carabineros de Cañete
El persecutor Roberto Garrido detalló el accionar de los asesinos de los tres carabineros y dijo que se trató de un fusilamiento.

El fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, efectuó este lunes un crudo relato de cómo se perpetró el crimen de los tres carabineros el 27 de abril del año pasado en Cañete, durante la formalización de Tomás Antihuen, el cuarto imputado por los asesinatos.
De acuerdo a lo expuesto por el persecutor, los hechos comenzaron a gestarse a las 23:00 horas del 26 de abril de 2024, cuando el sargento primero Carlos José Cisterna Navarro, y los cabo primero Sergio Antonio Arévalo Lobos y Misael Vidal Cid, todos integrantres de la Cuarta Comisaría de Carabineros de Los Álamos, se dirigieron al sector de Antiquina a bordo de una camionetra blindada.
En ese lugar debían fiscalizar que Carlos Edgardo Antihuen Riquelme cumpliera con la medida cautelar de arresto domiciliario nocturno, debido a una causa por porte de arma y droga.
Según el relato del fiscal tras llegar al lugar a través de callejón que no contaba con iluminación, encontraron cerrado el portón de acceso a la propiedad.
“En este contexto, aprovechando la apertura de una de las puertas de la camioneta, un número indeterminado de sujetos, entre los que se encontraba el imputado Tomás Antihuen Santi y sus hermanos Jefferson y Felipe Antihuen Santi, quienes permanecían ocultos en la vegetación rodeando la camioneta y previstos de armas de fuego, armamento que por supuesto poseían sin contar con los permisos legales y reglamentarios respectivos, emboscaron a los funcionarios”, reveló Roberto Garrido.
Tras reducir a los funcionarios policiales, los imputados les quitaron los elementos que portaban, como chalecos antibala, cámaras Go Proi, escudos balísticos, cascos, sus pistolas Taurus 9 milímetros, dos ametralladoras, sus respectivos cargadores y una escopeta con 50 cartuchos, además de una carabina lanzagases, entre otros.
Cómo fue el crimen de los carabineros de Cañete
A continuación, el persecutor explicó que luego de que “las tres víctimas se encontraban fuera del móvil institucional, reducidos y sin posibilidad de defensa o de oponer resistencia, les dispararon con armas de fuego, dándole muerte en el mismo lugar“.
El fiscal precisó que los policías fueron fusilados y que las pericias permitieron establecer que les dispararon con armas que estaban apoyadas en sus cuerpos y “desde arriba”, ya que las víctimas estaban de rodillas.
En su descripción del crimen, Garrido sostuvo que para perpetrar el crimen de los carabineros en Cañete los sujetos usaron la subametralladora que se pertenecía al cabo Arévalo, la misma que portaba Tomás Antihuen cuando fue detenido.
Luego de ejecutar a las víctimas, los imputados subieron sus cuerpos al pick up de la camioneta y tras llegar hasta el kilómetro 24 de la ruta P72S, se bajaron del vehículo.
A continuación los imputados rociaron la camioneta con el combustible de una motosierra policial y procedieron a prenderle fuego al vehículo en el que permanecían los cuerpos de los carabineros.
Qué establecieron las autopsias sobre los asesinatos de los policías
Con anterioridad, las autopsias habían establecido que el sargento primero Carlos José Cisterna Navarro murió por un disparo de escopeta que le causó un trauma torácico, con daño pulmonar y cardíaco, y la fractura de cuatro costillas.
En el caso del cabo primero Sergio Arévalo Lobos, los cuatro disparos que recibió le causaron un daño cráneo encefálico mortal. Además tuvo severos traumas en las vías aéreas y la vértebra cervical, entre otros órganos vitales.
Respecto del cabo primero Misael Vidal Cid, fue baleado en la región occipital derecha, falleciendo por un traumatismo faceocraneal encefálico. También mostró heridas en la columna dorsal y el pulmón izquierdo.