El pasado lunes 11 de diciembre, la Corte de Apelaciones de Puerto Montt ratificó la sentencia que en septiembre el Tribunal Oral de Puerto Montt dictó respecto a la muerte de Viviana Haeger, donde después de dos años en prisión preventiva dejó libre a Jaime Anguita, quien fue absuelto del cargo de parricidio.
En conversación con el diario La Tercera, el ingeniero civil realizó sus primeras reflexiones de este proceso, donde sostuvo que “el tiempo de aislamiento y de soledad en la cárcel me enseñó, entre otras cosas, a valorar más a mis amigos y, en especial, a comprometerme a mejorar mi actitud hacia ellos; a expresar y compartir espontáneamente y sin timidez el cariño y apoyo a los amigos y cercanos”.
Consultado por su futuro tras salir de prisión, Anguita reconoce que “aún me encuentro procesando el hecho de que he sido absuelto en forma definitiva, lo que no ha sido fácil pues siento que la actitud del Ministerio Público induce a la gente a rechazar un fallo rotundo y absolutorio, a mantener la odiosidad y el rencor en muchas personas que no tienen fundamento alguno para su actitud, salvo que basan su opinión en la información difundida por la prensa en forma escrita y audiovisual”.
En ese sentido, sostuvo que tanto la fiscalía como el querellante “me han sindicado como culpable sin haber podido presentar jamás alguna prueba convincente en mi contra, salvo la declaración de la persona que resultó ser quien mató a mi esposa al ir a robar a nuestra casa”, mientras que “los señores jueces, tanto del Tribunal Oral de Puerto Montt como de la Corte de Apelaciones, así como mis abogados, hicieron un trabajo serio, responsable, honesto, profesional y muy valiente, que soslayó las presiones inculpatorias”.
“De todas maneras fui víctima de la acción sesgada de la fiscalía y el querellante. Sobre esto no hay duda alguna. Respecto de la investigación, en ningún caso se hizo bajo el principio de objetividad, sino rotundamente lo contrario, se me tuvo por culpable desde un principio“, agregó.
