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29 de Enero de 2025

Ansiedad matemática y su impacto en el aprendizaje de la matemática

Enseñar y aprender matemáticas presenta una variedad de desafíos. Una barrera más significativa que afecta al alumnado es la creencia de que no son capaces de aprender matemática o de que no tienen talento natural en el campo. Como resultado, los alumnos pueden creer que no son capaces de lograr el éxito en matemática.

PEXELS.
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Rodrigo León

Claudia Vargas

Académica del Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación de la Usach.

“Nada en la vida debe ser temido, sólo debe ser comprendido”. Marie Curie.

Se ha preguntado usted amable lector, ¿por qué tantas personas en el mundo sienten miedo hacia la matemática?

Enseñar y aprender matemáticas presenta una variedad de desafíos. Una barrera más significativa que afecta al alumnado es la creencia de que no son capaces de aprender matemática o de que no tienen talento natural en el campo. Como resultado, los alumnos pueden creer que no son capaces de lograr el éxito en matemática. Esta percepción se conoce como Autoeficacia y es un concepto introducido en los años 80 por el psicólogo canadiense Albert Bandura.

La investigación en Educación Matemática ha crecido y ha valorado desde hace años el dominio afectivo en el aprendizaje de esta asignatura de modo que ya se comienza a entender como una educación integral obtiene mejores resultados académicos. Ya no se tratará solamente de un profesor dictando la materia, o de niños manipulando objetos sin una clara intención detrás, o de un software que muestre más rápidamente la posición de una curva.

Si bien, hay elementos que deben estar siempre presenten en el aula escolar como los ya citados, debemos confiar en lo que la investigación nos aporta. De hecho, cuando los estudiantes se sienten autoeficaces en matemática, sus resultados académicos son notablemente mejores.

Por otro lado, debemos considerar que la ansiedad que experimentan los estudiantes cuando se enfrentan a las evaluaciones o a expresar la solución de una tarea matemática en público les genera una descarga de cortisol semejante a la que experimentamos cuando enfrentamos un peligro. Esto lo sienten como una amenaza, un peligro inminente.

Imaginemos que tenemos a una adolescente que se enfrenta a un estímulo como una evaluación en matemática. ¿Qué le pasa en ese instante?: Se dilatan sus pupilas, se le seca la boca, aumenta su frecuencia cardíaca, se tensan sus músculos, se erizan los vellos en su cuerpo. La adolescente tiene miedo.

¿Qué le ocurre al cerebro de la adolescente cuando tiene miedo (sensaciones de amenaza y angustia)? Está estresada y aumenta el cortisol en su cuerpo. Están ocurriendo mecanismos relacionados con la memoria del miedo. La amígdala, ubicada en el cerebro, es donde se genera la memoria del miedo, que nos recuerda las situaciones anteriores relacionadas con matemática si fuimos condicionados a un estímulo que asociara la matemática con algo negativo.

Entonces desde la corteza medial prefrontal y orbitofrontal se proyectan neuronas que estimulan un tipo de neuronas que son capaces de apagar a las neuronas que están involucradas en la memoria del miedo y de esa manera hay un mecanismo para disminuir ese miedo y generar una inhibición de ese miedo. Pero cuando estamos en situaciones de estrés tenemos menos capacidad de extinguir el miedo. Entonces en condiciones de estrés estas sinapsis de las neuronas de la corteza la tienen menos influencia sobre las neuronas de la amígdala.

La integración de la Neurociencia indica que el estrés crónico, las hormonas del estrés y los neurotransmisores liberados durante y después de un evento estresante son los principales moduladores de los procesos de aprendizaje y memoria en humanos, con implicaciones críticas para los contextos educativos.

Los estudios afirman que la ansiedad matemática predice la activación de la red de dolor del cerebro en anticipación a realizar las tareas matemáticas. Saber que hay que hacer ejercicios de matemática predispone al alumnado. Los estudiantes suelen decir: ¡toca matemáticas! ¡Qué mal! (o cosas peores). A mayor ansiedad, mayor actividad en detección de amenazas. En estricto rigor, la matemática no es el gatillante de la ansiedad. Es la anticipación a la situación relacionada con la matemática, es decir, la ansiedad. La ansiedad también se caracteriza por ser catastrófica, esto es, crear pensamientos y sensaciones de que todo va a salir mal.

¿Por qué le pasan estas cosas al alumnado?. Es porque tienen ansiedad matemática. Y qué es la ansiedad matemática: un temor o tensión general asociada con situaciones que involucran interacción con las matemáticas. Por otra parte, el miedo ante la matemática dificulta el aprendizaje, mientras que los sentimientos de éxito y el interés lo favorecen.

Por eso no olvidemos que las emociones involucran la realidad de la experiencia diaria de la humanidad, realidad tanto para el profesorado como para el alumnado, que incluye componentes fisiológicas, cognitivas, motivacionales y la larga historia de experiencias.

La investigación en neurociencia propone que el juego tiene efectos sobre la estructura y funcionamiento del cerebro. El juego genera cambios a nivel molecular, celular y conductual. Respecto de esto último, genera cambios en las habilidades socioemocionales y de funcionamiento ejecutivo que promueven el aprendizaje y el comportamiento adaptativo y prosocial.

En una experiencia con niños pequeños ansiosos en su primer día de clases, de entre 3 y 4 años, se dividieron en dos grupos en que unos escucharían un cuento y otros jugarían con juguetes libremente. Luego de 15 minutos todos presentaban un nivel de ansiedad inferior al que tenían al llegar al colegio. Sin embargo, en los que jugaron la ansiedad disminuyó un 65%. En los que escucharon el cuento solo un 25%.

Entonces, el juego ayuda a los niños a lidiar con situaciones estresantes. Además, de la investigación en neurociencia se sabe que el hecho de jugar a los 3 o 4 años de edad, por ejemplo, predice en parte el rendimiento académico en matemática hasta finales de la escuela primaria.

En la adolescencia sobrevienen otros cambios que conllevan múltiple atención parte del profesorado. Sin embargo, se pueden realizar algunas recomendaciones para la actividad en el aula de matemática. Entre ellas las siguientes: acordemos junto al alumnado si salir o no a la pizarra, evitemos asociar la matemática con recompensa o castigo, tratemos de asociar la matemática con descubrimiento y no con listas de ejercicios, proporcionemos experiencias ricas en múltiples maneras de llegar a la solución de un problema de matemática.

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