
Pese a que un juez federal de Estados Unidos ordenó al gobierno del presidente Donald Trump que gestione el regreso del ciudadano Kilmar Armando Ábrego García, deportado a El Salvador y encarcelado en la prisión construida por Nayib Bukele para detener a los pandilleros, la Casa Blanca argumentó que no lo puede hacer porque está fuera de su jurisdicción.
El caso de Ábrego García, de 29 años, adquirió notoriedad pública luego de que familiares y amigos se movilizaran para visibilizar el caso, tras lo cual Washington describió el hecho como un “error administrativo”.
De acuerdo con los abogados de Ábrego García, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos lo expulsó el mes pasado, pese a que desde 2019 existía una sentencia de un juez de inmigración que lo protegía de la deportación a El Salvador.
Por qué Estados Unidos detuvo y deportó a El Salvador a Kilmar Armando Ábrego García
Antes de admitir el “error administrativo”, la Casa Blanca había identificado al joven salvadoreño como miembro de la pandilla MS-13, gracias a un informante confidencial.
Según el reporte de sujeto, Ábrego García pertenecía a una sección de la pandilla en Nueva York, pero se logró demostras que él nunca vivió allí.
Su esposa, la ciudadana estadounidense Jennifer Vásquez Sura llamó a seguir movilizándose por el regreso de su marido “y por todos los Kilmars cuyas historias aún esperan ser escuchadas“.
Sus abogados reafirmaron que antes de ser deportado a El Salvador Ábrego García contaba con un permiso del Departamento de Seguridad Nacional para trabajar legalmente en Estados Unidos.
Contaron también que huyó a los 15 años de El Salvador porque junto a su familia enfrentaban amenazas de pandillas locales.