Alfredo Castro destroza a las actuales teleseries: “Textos, guiones, personajes e historias muy malas”
Alfredo Castro dio cuenta de la ausencia personajes perdurables en las actuales producciones, aseverando que "una mirada un poco lejana, liviana quiero decir, es que no tienen contenido, hay confusiones".

Alfredo Castro realizó un crudo análisis de las actuales teleseries nacionales cuestionando la caída en la calidad de las producciones, en comparación, por ejemplo, por las realizadas por Vicente Sabatini.
El actor estuvo invitado al podcast de radio Biobío, Más de Ti, dónde dio a conocer las razones para alejarse de las teleseries hace más de una década.
“Me aburrí, porque me cansé, me enfermé físicamente, porque después de las que hice con Vicente Sabatini, vinieron unas oleadas de dos o tres más, y yo siento, para mi opinión, que empezó a decaer el nivel muchísimo“, explicó.
Junto con ello, Alfredo Castro fue tajante en precisar que había “unos textos muy malos, guiones muy malos, personajes muy malos, historias muy malas. Entonces caer en repetir durante 100 capítulos te amo/no te amo, es mi hijo/no es mi hijo, como que ya no me causó ningún interés”.
Castro además recordó los personajes entrañables que dio vida en TVN, como el avaro Ernesto Lizana en La Fiera o Lazlo California en Romané.
En el caso de Lazlo California, el intérprete detalló que “trabajamos por lo menos tres meses intentando hablar romané, viviendo con los gitanos, aprendiendo los bailes, los modos, las emociones, las relaciones entre ellos. Era un trabajo fuerte, pero interesante, lo pasamos increíble”.
“Eran lindas esas teleseries porque tocaban temas muy profundos, muy importantes. Todos los temas que no se hablaban en aquella época, como el VIH, la discriminación, la vejez, el abuso de poder. A la gente le gustaban mucho”, apuntó.
Por contrapartida, Alfredo Castro dio cuenta de la ausencia personajes perdurables en las actuales producciones, aseverando que “una mirada un poco lejana, liviana quiero decir, es que no tienen contenido, hay confusiones. Nuestros personajes eran divertidos, pero eran personajes que existían y trabajan, sufrían y se angustiaban. También, eran graciosos y tenían una calidad humana importante”.